“PROTOCOLO DE MONTREAL@35: COOPERACIÓN GLOBAL PARA PROTEGER LA VIDA EN LA TIERRA”

El 19 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas declara al 16 de septiembre de cada año, como el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono en conmemoración del día de la firma del Protocolo de Montreal (1987), relativo a las sustancias agotadoras de la capa de ozono. Conmemorándose este importante día desde 1995.

El Protocolo de Montreal es un acuerdo ambiental internacional que exitosamente logró la ratificación universal alrededor de un objetivo: “Proteger la salud humana y el medio ambiente eliminando gradualmente un grupo de productos químicos industriales conocidos como sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO), que incluyen

hidrofluorocarbonos (HCFC), clorofluorocarbonos (CFC), halones, bromuro de metilo, tetracloruro de carbono y metilcloroformo, y la reducción gradual de los hidrofluorocarbonos (HFC) que son potentes gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático”. Este importante instrumento normativo está orientado a proteger la capa de ozono mediante la toma de medidas y más importante aún, acciones que buscan controlar la producción y el consumo mundial de sustancias que agotan y deterioran la capa de ozono, con la finalidad de eliminarlas. La implementación continua y ratificación del mismo se sustentan en el progreso del conocimiento científico e información tecnológica disponible y en su desarrollo, contribuyendo de manera fundamental a la lucha por frenar los efectos del cambio climático.

Resultados de la implementación del Protocolo

A 35 años de la firma del Protocolo de Montreal, los resultados obtenidos han demostrado ser eficaces. De acuerdo a información del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente – PNUMA (2021), alrededor de 99% de las sustancias que agotan la capa de ozono han sido eliminadas, destacando una reposición de la capa de ozono. Esperándose así, que el “agujero” de la Antártica se cierre en la década del 2060 y que otras regiones podrían regresar a los valores previos a la década de 1980. Con los resultados obtenidos, se estima que cada año dos millones de personas se evitan el cáncer de piel.

Así mismo, hay beneficios más amplios, ya que muchos de los gases que agotan la capa de ozono también contribuyen a elevar la temperatura global. De acuerdo a un estudio elaborado por Young, P.J. et al. (2021), ha quedado demostrado que, sin la prohibición de los gases CFC por el Protocolo de Montreal, las plantas, la vegetación y el suelo habrían sido menos capaces de almacenar carbono, lo cual podría haber provocado un aumento adicional de la temperatura global de entre 0,5 y 1,0 ˚C.

El Protocolo se ha actualizado para hacer frente a nuevos retos. Adoptando el 2016 la Enmienda de Kigali para eliminar los hidrofluorocarbonos (HFC), los cuales son potentes gases de efecto invernadero que a menudo se utilizan como sustitutos de sustancias que se encuentran prohibidas en sistemas de refrigeración y aire acondicionado.

Los resultados de los esfuerzos y el trabajo multilateral han generado sus frutos, la atmósfera terrestre se está recuperando, demostrando una vez más que la cooperación global orientada a la protección de la salud humana y de nuestros ecosistemas en la Tierra ha sido efectiva, asimismo, se deben seguir generando iniciativas globales vinculantes que sean aún más contundentes para frenar el cambio climático.

Para saber más:

SNIA - Comisión Gubernamental del Ozono - Bolivia.

AcciónOzono - PNUMA.

Día de la preservación de la atmósfera terrestre - Naciones Unidas.